lunes, 6 de octubre de 2008

COMO OPERAN LOS CARTELES DE LA DROGA

SE ACABARON LOS CAPOS

La lucha contra el narcotráfico había estado siempre centrada en los grandes jefes. Ahora que no los hay la estrategia va a cambiar.


REVISTA SEMANA
Fecha: 05/26/1997 -782

Durante toda la lucha contra el narcotráfico en Colombia siempre había existido el malo de la película. Es decir, algún capo conocido que servía como símbolo del conflicto. Inicialmente fue Pablo Escobar quien durante muchos años monopolizó ese papel. Caído el jefe del cartel de Medellín, Es-tados Unidos, los colombianos y el Bloque de Búsqueda se fijaron por primera vez en el cartel de Cali. Una tras otra fueron apareciendo en televisión las caras de sus integrantes con el famoso aviso de 'Se busca'. Primero fueron los Rodríguez, luego José Santacruz, posteriormente Pacho Herrera, después Phanor Arizabaleta y Víctor Patiño, etc. Cuando todos ellos quedaron tras las rejas le tocó el turno a Pastor Perafán. Este no era más que un capo mediano con pretensiones de arribista social. Pero el hecho de ser el único nombre famoso que quedaba por capturar lo convirtió en el hombre más buscado del país. Después de su detención no se ve ningún sucesor a la vista.Ahora que Colombia se ha vuelto un país sin capos, tanto Estados Unidos como las autoridades nacionales están revaluando sus estrategias frente al narcotráfico. El malo de la película era una figura que tenía mucha utilidad. Familiarizaba a la gente con la gravedad del problema, incentivaba a las autoridades a perseguirlo y, por último, distraía a la opinión pública sobre el fracaso de la lucha en otros frentes. Las cifras de exportación de cocaína siempre han ido en aumento. Mientras todo el Estado estuviera concentrado en una causa tan prioritaria como neutralizar el narcoterrorismo de Pablo Escobar, nadie tiraba la primera piedra. Ahora que ya no hay malo de la película dejan de existir las justificaciones de malos resultados en otros frentes. Tan pronto Perafán fue capturado el director de la Policía, general Rosso José Serrano, se reunió con su gente para planear el futuro. Sobre las bases de las nuevas realidades diseñaron un plan estratégico de cinco puntos. Aunque no son muy espectaculares publicitariamente, ahora son los derroteros de la lucha contra el narcotráfico en los años por venir. 1. Perseguir a los narcos de segundo nivel. Estos no son nombres reconocidos por la gente del común pero vienen figurando en expedientes judiciales desde hace varios años. Principalmente son cuatro: Nelson Urrego, Orlando Sánchez y los hermanos Rayo Montoya. Urrego es un presunto narcotraficante que según Santiago Medina le dio 100 millones de pesos a la campaña de Ernesto Samper. Es identificado como un miembro del cartel del norte del Valle del Cauca. Orlando Sánchez se volvió famoso cuando Miguel Rodríguez lo identificó como el 'Hombre del overol'. Ese era el apodo que tenía un personaje que aparecía en una conversación telefónica sostenida entre Rodríguez Orejuela y 'Pacho' Herrera. En ésta el mundo se enteró, por primera vez, que había alguien a quienes los Rodríguez le tenían más miedo que al propio Pablo Escobar. Se referían a él como el 'Hombre del overol' y le atribuían el atentado contra el hijo de Miguel Rodríguez, cuyo saldo final fue el de seis muertos. Inicialmente se pensó que el 'Hombre del overol' era Arcángel Henao, una de las cabezas del cartel del norte del Valle del Cauca. Sorprendió, sin embargo, cuando Miguel Rodríguez públicamente señaló a Orlando Sánchez. Los últimos en la lista son los hermanos Rayo Montoya, los más cercanos colaboradores del jefe del cartel del norte del Valle, Iván Urdinola. 2. Desmontar no carteles sino microempresas. Las autoridades consideran que ante los riesgos que existen de formar carteles con capos famosos, el negocio se ha atomizado como mecanismo de autodefensa. Nadie quiere controlar el mercado en un solo núcleo. Narcotraficantes menores quieren cuidar sus rutas con un criterio de microempresa: exportar poco, ganar mucho y hacer poco ruido. Las autoridades colombianas piensan trabajar conjuntamente con las norteamericanas para detectar estas microempresas. 3. Atacar vínculos narcoguerrilla. Desde hace varios años los organismos de inteligencia tienen información sólida sobre los vínculos entre los narcos y la subversión en el negocio de la siembra y procesamiento de coca y amapola. Hasta ahora los esfuerzos se han centrado en la erradicación de cultivos. Los resultados de esta acción han sido seriamente cuestionados por Estados Unidos a tal punto que el gobierno colombiano llegó a contemplar la idea de suspender la fumigación hasta tanto el gobierno norteamericano reconociera la lucha en este frente. Superado el impasse la erradicación de cultivos ilícitos se hará de manera frontal y se atacarán los centros de acopio ubicados en el Caquetá y Putumayo, donde se concentra el mayor número de hectáreas cultivadas por el binomio guerrilla-narcotráfico. 4. Concentrar acción en la Costa. Otra de las tareas que desarrollarán las autoridades tendrá como epicentro las costas Atlántica y Pacífica. Allí han operado desde hace varios años pequeños carteles que sirvieron de soporte a las organizaciones de Medellín y Cali, especialmente en el embarque de droga hacia los mercados internacionales. Ellos controlan básicamente las rutas y las pistas clandestinas. Hoy por hoy se han consolidado como un grupo emergente de narcos que de no controlarse a tiempo po-drían llegar a tomar las riendas del negocio. 5. Lavado de dólares. En este frente las autoridades colombianas y norteamericanas incrementarán el control sobre las cuentas bancarias de personas ya identificadas como testaferros de los dos grandes carteles. En este punto habrá grandes sorpresas, pues muchas de las personas de clase alta que no consideraban que esto fuera un delito serán el blanco de las autoridades. En coordinación con la Fiscalía General de la Nación, los organismos de seguridad ejercerán una vigilancia muy estrecha sobre el sistema bancario, especialmente en las principales ciudades del país, para evitar que a través de esas entidades se lave el dinero proveniente del narcotráfico. Los anteriores son los cinco puntos en los cuales se va a concentrar la acción del gobierno colombiano. La posición del gobierno estadounidense no se conoce aún, pero se anticipan algunos cambios. La DEA tiene una presencia muy importante en Colombia, cuya principal función había sido la persecución de los grandes capos. Nadie tiene muy en claro qué se va a hacer con esa infraestructura. Presumiblemente la acción de esta agencia norteamericana antidrogas se orientará a metas parecidas a las de Colombia para que se cumpla la nueva estrategia. En la medida en que baje la presión por captura de nombres famosos aumentará la presión política en otros frentes. El nuevo embajador de Estados Unidos, Curtis Kamman, tiene dentro de su agenda tres temas prioritarios: extradición, control de las cárceles y lucha contra la corrupción política. Todo está encaminado a ilusionar a Colombia con la recertificación para que se comprometa el gobierno nacional con estos aspectos. Lo único seguro es que ahora que los resultados no se pueden medir por capturas tendrán que ser medidos por una disminución efectiva de la exportación de cocaína del país. Hasta el momento esto no ha sucedido y por lo tanto la lucha no será nada fácil.

MEMORANDO CONFIDENCIAL

Un documento secreto conocido por SEMANA revela como ve el Senado de Estados Unidos la situacion actual de Colombia.

Fecha: 09/15/1997 -798

HAY 43 GRUPOS DE NARCOtraficantes en Colombia, que se asocian para trabajar de vez en cuanda El cartel del norte del Valle arrienda sus cientos de pistas clandestinas a miembros de otros grupos". Así comienza un memorando secreto elaborado recientemente por el Senado de Estados Unidos y refrendado por todos los asesores y congresistas, tanto republicanos como demócratas, que manejan el tema de Colombia en esa corporación. El documento, obtenido en exclusiva por SEMANA, revela quienes son para Estados Unidos los nuevos jefes de los carteles de la droga en Colombia, cómo operan y que propiedades tienen. Ademas presenta la visión de los norteamericanos sobre lo que ha significado para Colombia la presencia del narcotrafico y la debilidad de los instrumentos con que ha tratado de enfrentarlo.
Estos son algunos de los datos mas significativos del memorando, que constituye una especie de Biblia para quienes manejan las relaciones entre Estados Unidos y Colombia en el Congreso norteamencano:
La estructura de los nuevos carteles
Según el memorando el cartel del norte del Valle se ha convertido cn la organización criminal mas grande del pais y el grupo mas importante es el de la familia Henao Montoya. "Orlando Henao administra las operaciones de transporte de droga, control de calidad, compañias de fachada y cuentas bancarias, mientras que su hermano Arcangel Henao cobra deudas, mantiene el aparato de seguridad, incluyendo un ejercito privado bien disciplinado y equipado, y se encarga de asesinar a sus oponentes".
Asegura el documento que Arcangel Henao esta sindicado de ser el autor de un plan descubierto recientemente para asesinar al director del DAS, el general Luis Enrique Montenegro. Afirma tambien que los hermanos Henao son duenos de grandes extensiones de tierra en las cuales tienen ubicadas sus propias pistas de aterrizaije y de una linea aerea colombiana, Intercontinental de Aviacion", y que no existe en Colombia orden de captura contra ellos.
Segun los norteamericanos el cartel del norte del Valle tambien esta conformado por la hermana de Arcangel y Orlando. Lorena Henao, "quien esta casada con el capo Ivan Urdinola, quien maneja una poderosa y posiblemente la mas violenta organizacion en el norte del Valle. Su marca es desmembrar los cuerpos de sus victimas que luego tira al rio Cauca. Ivan y su hermano Julio Fabio, ambos con procesos pendientes en Estados Unidos por narcotrafico, estan en la carcel en Colombia. Ambos distrutan de comodidades en la carcel y ejercitan amplio control dentro de la misma.
Otra de las familias que menciona el memorando es la Grajales, varios de cuyos miembros tienen procesos pendientes en Estados Unidos. Segun el Senado de Estados Unidos, "abiertamente adelantan negocios en Colombia, incluyendo una cadena nacional de almacenes llamada. Casa Grajales Esta tienda cambio su nombre el año pasado, luego que la Presidencia de Estados Unidos penalizara a empresarios norteamericanos por negociar con firmas de fachada de narcotraficantes".
Para el Senado norteamericano, otra de las organizaciones del narcotrafico importantes en el suroccidente del pais es la de Justo Pastor Perafan, "quien se protegia contribuyendo generosamente con dinero a campañas politicas de ambos partidos".

Datos desconocidos de los capos
El informe revela tambien algunos datos desconocidos sobre varios de los mas importantes capos del narcotrafico. Por ejemplo, asegura que Jose Santa cruz Londono no solamente fue responsable del asesinato del periodista Miguel Unanue en Nueva York, sino que tambien fue el autor intelectual del asesinato del vicepresidente de la prestigiosa cadena de almacenes Hecht's en la ciudad de Baltimore, en Estados Unidos.
Con respecto a Miguel Rodriguez Orejuela, describe detalladamente como fue su relación con el extinto jefe del cartel de Juarez, Amado Carrillo. Aparentemente esta se fortalecio luego del arresto de Harold Ackerman en Miami en 1992. "Fue entonces cuando se cerraron las operaciones del cartel en la Florida. Se desarrollo un acuerdo entre Miguel Rodriguez y los mexicanos que permitio que estos asumieran mayores riesgos en Estados Unidos, a cambio de un pago mayor", explica el documento. Los cabecillas del cartel de Cali tienen millonarias propiedades en Mexico, entre ellas varios hoteles en Cancun, "que recibieron como parte de pago de Amado Carrillo por varios embarques de cocaina que se perdieron ". En el memorando se asegura, sin embargo, que debido a la demora en los pagos por parte de Amado Carrillo a los Rodriguez la relación se deterioró finalmente en 1994.
La relación entre los narcotraficantes colombianos y los mexicanos, segun el informe, no se queda ahi. Ademas "los narcotraficantes colombianos y mexicanos compraron parte de las compañias estatales privatizadas por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari en Mexico".
El narcotrafico y la economia
Según las apreciaciones de los congresistas norteamericanos y sus asesores, "el negocio de las drogas representa un 4 o 5 por ciento del Producto Interno Bruto de Peru y Bolivia, y un 7 a 9 por ciento del Producto Interno Bruto de Colombia", la actividad de los narcotraficantes colombianos es "uno de los 12 negocios mas grandes del mundo " y "el patrimonio de los narcotraficantes es equivalente al 30 por ciento de las riquezas acumuladas por todos los colombianos dentro y fuera del pais durante mas de 100 años".
Pero, en opinión de los norteamericanos, para el promedio de los colombianos son mayores las desventajas que las ventajas del negocio. "El narcotrafico contribuye a concentrar la riqueza y la tierra en pocas manos. En Colombia los traficantes son propietarios de un 30 por ciento de la tierra cultivable... Las utilidades del negocio son lavadas a traves de bancos extranjeros y se invierten en proyectos especulativos en Mexico y Colombia que of recen poco empleo. La tendencia de los narcotraficantes a comprar propiedades por valores irrealmente altos genera inflación y hace inaccesible para la mayoria de los ciudadanos la adquisicion de vivienda propia. Los precios de la propiedad raiz en Bogota y Cali, por ejemplo, son comparables con los de Washington D.C e incluso Manhattan, ciudades con ingreso per capita mucho mayor". Agrega, ademas, que pocas industrias Colombianas estan libres de capital de la mafia: "La industria del cafe y la de las flores son notables excepciones", afirma
En cuanto a la penetración del nartrafico en la sociedad colombiana, el informe confidencial norteamericano llega a la dramatica conclusión de que "los carteles se han convertido en un estado dentro del Estado, y son capaces de proveer servicios con mayor eficiencia que el gobierno central".

El cartel de cali y sus abogados
El documento revela tambien la existencia de un segundo testigo, ademas de Guillermo Pallomari, que confirma el ingreso de dineros del cartel de Cali a la campaña liberal del 94. Se trata de Francisco Laguna, uno de los abogados del cartel detenidos en Miami por el caso de Piedra Angular. "Miguel Rodriguez Orejuela le dijo a su abogado Francisco Laguna que le había entregado tres millones de dólares a una campaña politica en Colombia", asegura el documento. Segun ellos, Laguna fue ademas socio de Michell Abbell, el principal sindicado dentro de Piedra Angular y quien, segun los norteamericanos, "en 1990 por peticion de Miguel Rodriguez Orejuela, escribio versiones del texto que debia ser incluido en la Constitución de 1991 prohibiendo la extradición de nacionales colombianos".

El sistema judicial
El documento no se limita a describir la situacion de los distintos narcotraficantes. Hace tambien una dura critica al sistema judicial colombiano. "El proceso 8.000 dice muestra que tan profundamente arraigada es la corrupción en Colombia. De unos 120 antiguos o actuales miembros del Congreso contra quienes el Fiscal General tenia documentación (incluyendo cheques del cartel de Cali endosados por ellos mismos), menos de dos docenas de ellos fueron investigados formalmente".
Elinforme agrega ademas que "de los 14 investigados y encarcelados, varios han sido dejados en libertad o estan bajo arresto domiciliario. Esto se logra a partir de programas de 'estudio' y 'trabajo '. La senadora Maria Izquierdo por ejemplo dijo a las autoridades carcelarias haber estudiado desde las 8 a.m. hasta las 10 p.m. cinco dias a la semana...La mas alta sentencia que un capo colombiano ha cumplido en la carcel son ocho años. La sentencia promedio es de tres años ".

El sistema penitenciario
Las crfticas mas duras, sin embargo, son para las carceles colombianas y su funcionamiento. El documento asegura que en prision"los politicos y los capos son tratados como invitados de honor. Tienen acceso irrestricto a telefonos celulares, computadores, fax, television y VHS. Con frecuencia llevan sus propios cocineros que les ofrecen refinados platillos como langosta y champaña.... En la mayoria de los casos son los prisioneros, no las autoridades, los que determinan las visitas y su duración. Dichas visitas no son supervisadas" .
Pero las criticas no terminan allí. Probablemente lo que mas molesta a las autoridades del Congreso norteamericano es que este ambiente laxo de los penales en el pais "permite a los capos manejar sus negocios desde la carcel, mientras que el gobierno colombiano logra mantener la apariencia de luchar contra las drogas y la corrupción. En un operativo realizado en febrero de 1997, la Policia Nacional de Colombia encontró billetes de dólar nuevos, aparentemente pagados por un envio de droga, por lo cual el director de la Policia, general Rosso Jose Serrano, aseguró que los capos del cartel todavía estan traficando drogas" .

La extradicion
Según el memorando conocido por SEMANA, aunque la mayoria de los colombianos no aprueba una politica amplia de extradicion, cuando se les pregunto en una encuesta en 1996 si estan de acuerdo con extraditar a narcotraficantes, guerrilleros y secuestradores "el 51 por ciento de ellos estuvo de acuerdo".
Sin embargo, al analizar el proyecto de reforma constitucional que cursa tramite en el Congreso colombiano, los parlamentarios norteamericanos son bastante críticos. "El proyecto de reforma constitucional sobre extradición tal como esta tiene grandes cortapisas que fueron incluidas por presión de los narcotraficantes...Se les ofreció a varios miembros de la Camara 20.000 dólares por su cooperación en este sentido... La norma no es retroactiva ni permite la extradición de los que se entreguen a la justicia. Tampoco podran los colombianos ser extraditados a paises donde las penas sean mayores a las que establece la ley colombiana. Como la maxima pena por narcotrafico en Colombia es de 24 años esto elimina la posibilidad de extraditar a Estados Unidos", afirma el documento.
La importancia del documento radica, ante todo, en que si bien las opiniones expuestas en el no comprometen a la totalidad de los funcionarios norteamericanos que tratan el tema de Colombia, el hecho de que tanto los republicanos como los democratas hayan refrendado su contenido le otorga un peso especifico especial. Al estar respaldado por miembros de los dos partidos es muy seguro que los conceptos emitidos en el se conviertan en base para el analisis que del país se haga en las distintas oficinas de la administracion Clinton. Y si así es como ven la situacion es poco probable que lo que espere a Colombia sea algo diferente a la exigencia de resultados cada vez mayores en la lucha contra el narcotrafico.

La generación '$'

Si quiere saber cómo operan los nuevos narcos lea este informe especial.
Fecha: 04/28/2003 -1095
REVISTA SEMANA
Aunque parezca increíble las mafias de los grandes capos de la droga se acabaron en Colombia. Las épocas de los poderosos carteles de Cali y Medellín son cosa del pasado. Ahora quienes están inundando de cocaína a Estados Unidos y al mundo son una confederación de 'cartelitos', integrados por narcos de una segunda generación que manejan un perfil muy distinto al de los capos de sombrero de ala ancha, gafas negras y collar de oro. Ya no tienen la intención de pavonearse ni exhibir su riqueza. Ahora se mueven a través de pequeñas oficinas clandestinas que llaman "boutiques".

Los llamados 'capos de última generación', hombres y mujeres cuyas edades en pocas ocasiones superan los 40 años, procuran mantenerse en el anonimato, sobre todo en las grandes ciudades. No les interesan los medios de comunicación. Y aunque ya no defienden nombres de territorio sino su buen nombre y la calidad del producto (algo así como la imagen corporativa), estos nuevos narcos hacen parte de grupo significativo de organizaciones independientes que operan por toda Colombia. "Técnicamente no son carteles, sino un sinnúmero de organizaciones que se unen para realizar envíos grandes. Se caracterizan porque dentro de esas organizaciones nuevas hay especialidades: un grupo controla los precursores, otro la producción, otro la distribución y otro más las rutas", dijo a SEMANA el representante del programa de la ONU para la fiscalización internacional de drogas, Klaus Nyholm.

Para esa 'segunda generación' trabajan unos lugartenientes de la mafia, que son totalmente evasivos en cuanto a su actividad comercial pero que aún les gusta mezclarse con la sociedad en discotecas, gimnasios, clubes y les encanta lucir su éxito y su plata.

Cómo son los nuevos narcos
10 en la mira
Los barcos de los narcos
Gasolineras en altamar
Pero el negocio de la droga, como tal, tiene hoy un estilo diferente.

¿Como funciona el negocio?

Para las autoridades, hoy en día 'un cartel' es una red de oficinas donde trabajan, sin conocerse, cientos de personas. En el solo proceso de producción de la droga se mueven: proveedores de semilla, cultivadores, raspachines, cocineros, empacadores, transportadores y vigilantes. En el país hay unos 30 grupos expertos en el manejo de estas actividades y quienes conocen del negocio aseguran que se produce una cocaína de muy alta calidad. "La llamamos 'excelsa' y tiene un grado de pureza hasta del 102 por ciento. En Colombia el kilo se vende en cinco millones de pesos. En Miami ese mismo kilo se coloca en 10.000 dólares. En Nueva York en 15.000 y en Europa en 25.000", le contó a SEMANA un experto en el negocio.

Más sorprendente aún la teoría que sostiene el general Francisco René Pedraza, comandante de la tercera división del Ejército, con sede en Cali, quien dice que "el precio de la droga en Estados Unidos fluctúa como en cualquier otro mercado de acuerdo con los riesgos, la oferta y la demanda. Por eso con cada atentado que hay en Colombia los inversionistas gringos proyectan una ofensiva contra los productores de droga y el precio sube, como sucedió hace poco con lo de El Nogal. Al otro día del atentado el kilo de coca, precio mayorista en Estados Unidos, subió a 25.000 dólares", sostuvo el oficial.

De acuerdo con estos precios de la cocaína, y teniendo en cuenta que los narcotraficantes sacan de Colombia alrededor de 1.000 toneladas al año, es evidente que el negocio está igual o mejor que antes. Basta con observar el último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, con sede en Washington, en el que se revela que 3 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) de Colombia, o sea, seis billones de pesos o 2.000 millones de dólares, proviene del dinero del narcotráfico. Otros cálculos llegan al 10 por ciento del PIB.

Y por si esto fuera poco, en el último informe sobre Estrategia Internacional de Control de Narcóticos del Departamento de Estado, se asegura que la tonelada de cocaína proveniente de Colombia se vende en las calles de Estados Unidos a 100 millones de dólares y dos veces más si se le han agregado otras sustancias. Ponen este ejemplo: "123 toneladas de cocaína colombiana tendrían un valor en las calles de Estados Unidos de más de 12.000 millones de dólares. Aun si una parte de estas utilidades regresara a las organizaciones de drogas, no se trataría de cientos de millones sino de miles de millones de dólares", dice el informe del Departamento de Estado.

No es gratuito que cada día más personas se metan en el negocio y cada una tiene una especialización. Pero muchas de ellas trabajan en 'celdas'. Es decir que una persona, que trabaja como cocinero jamás conocerá a uno que trabaja en la oficina de contabilidad. Esto asegura al capo que su organización está protegida frente a las delaciones y traiciones que tan a menudo se dan en el mundo de la mafia.

Existen otros asesores que ayudan a la organización a comprar las armas, les consiguen los insumos y hasta las mujeres. "Los asesores sirven para todo, desde conseguir una orquesta y mujeres para una parranda, hasta comprar propiedades en otros países", señala el comandante de la Policía en el Valle del Cauca, coronel Alvaro Caro.

De manera independiente trabajan los especialistas en insumos químicos que aprovisionan los centros de producción. Después están los colaboradores financieros y administrativos, que se encargan de que a la gente de la producción no le falte nada, de cobrar y de pagar los envíos de la droga. Luego están los que dominan las rutas terrestres, aéreas y marítimas. Se ha detectado que son más de 50 estructuras las que realizan esta labor.

Y les siguen los colaboradores que lavan el dinero y manejan las inversiones lícitas, mejor conocidos como testaferros. La cadena además la integran contadores, abogados, contrabandistas, pilotos, asesores financieros y, por último, está el grupo de escoltas especializados y sicarios reclutados de la delincuencia común, quienes se encargan de ejecutar labores de convencimiento, control interno y ajuste de cuentas. "Hoy en día los muchachos que están haciendo los mandados tienen entre 13 y 14 años, ellos saben que metiéndose a trabajar con la mafia se aseguran un futuro que en otro trabajo no tienen, y todos van con la esperanza de llegar algún día a ser el gran capo del cartel", le dijo a SEMANA un integrante de este tipo de organizaciones en el norte del Valle.

De esta segunda generación del narcotráfico las autoridades han identificado 162 grupos, de los cuales 40 ayudan a financiar a la guerrilla y a las autodefensas y por lo menos 4.000 personas conocidas como 'traquetos' se mueven dentro del negocio.

La mano de los 'manitos'

Aquel conocido concepto empresarial, denominado outsourcing, no podría entenderse entre los narcos colombianos sin la alianza que tienen con los grandes carteles de la mafia mexicana, que es la encargada de recibir la droga e introducirla en el mercado estadounidense a través de sus 5.200 kilómetros de frontera. "Los lazos con los mexicanos son muy fuertes, pero ha cambiado la relación de poder ya que, a diferencia de años atrás, hoy son ellos y no los colombianos los que controlan la parte final del negocio, que es la más rentable, el ingreso a Estados Unidos", dijo Nyholm, del programa de fiscalización de la droga de la ONU.

La explicación del negocio se entiende más con el ejemplo que le dio a SEMANA un narcotraficante: "Ahora es menos complicado. Los mexicanos se encargan de bajarla en su costa y les pagamos con el 50 por ciento de la inversión. Es decir, si coronamos 10 toneladas, cinco son nuestras y cinco de ellos".

La manera más común que utilizan para sacar la droga es en lanchas rápidas y el sitio preferido los 1.600 kilómetros del Pacífico colombiano. El año pasado la Armada Nacional incautó 57 toneladas de cocaína y en lo que va corrido de este le han quitado a la mafia 19 toneladas del alcaloide.

"De las 57 toneladas 60 por ciento salieron por las zonas aledañas a Tumaco. Es una región inhóspita, llena de canales en donde ya no es necesario que utilicen los puertos para alcanzar el mar. El Caribe está muy controlado, pero el Pacífico es ideal porque es mucho más extenso y no es posible ejercer un control tan estricto", sostuvo el almirante Mauricio Soto, comandante de la Armada Nacional.

Ese control que ejercen las autoridades y los decomisos y acciones contra el lavado de activos obligaron a los nuevos narcos a diversificar sus acciones y formar pequeñas estructuras regionales que dividen las utilidades. Según dijo a SEMANA un oficial de antinarcóticos: "Ahora se ha vuelto común que un cargamento no tenga un solo dueño como ocurría antes. Ahora varios narcos 'amigos' se asocian para realizar un envío y dividen los gastos que esto implica. Lo que buscan con eso, aparte de negar una cabeza visible, es reducir los riesgos, porque si el cargamento es decomisado las pérdidas no serán tan grandes porque también se dividen", aseguró el oficial.

El sur en la mira

Ese salto generacional en el mundo de la mafia se ve muy marcado en el norte del Valle del Cauca porque las autoridades colombianas y estadounidenses enfilaron sus baterías contra el narcotráfico en el sur del país. Ahora la guerra se trasladó hacia esa zona en donde se tienen identificados 'amigos' que manejan el negocio y 'traquetos' que están a su servicio, "Le hemos dado mayor entrenamiento a la Brigada Antinarcóticos para aumentar su movilidad. Sin embargo ahora se ve que muchos laboratorios están operando en Nariño. Necesitamos un fuerte impacto contra el narcotráfico en el sur del país", sostuvo la embajadora de Estados Unidos, Anne Patterson.

Otra característica de los nuevos capos es su don de la ubicuidad. Saber donde están ha resultado imposible para las autoridades. "Los capos manejan un ritmo de vida que les permite desayunar en La Guajira, almorzar en Leticia, cenar en Bogotá y dormir en una de sus fincas en el Valle", afirmó el coronel Caro, comandante de la Policía en el Valle.

Pero resulta paradójico que en los territorios, en este caso los del Valle, en que se mueven los 'nuevos narcos', Trujillo, La Unión, Versalles, Roldanillo, Bolívar, Restrepo, Zarzal, Cartago, La Victoria, Tuluá y Andalucía, entre otros, la sociedad ha convivido con ellos. Y aunque no es la primera vez que figuran en informes de inteligencia, hasta hace solo nueve meses la Policía y la DEA los tienen en la mira como objetivos.

Uno de ellos es Diego Montoya Henao, conocido como 'Don Diego'. Es el narcotraficante colombiano más perseguido actualmente. Tiene 43 años y según los registros de antinarcóticos de la Policía se inició en el mundo de la droga como ayudante de los hermanos Urdinola Grajales, ex jefes del llamado cartel del norte del Valle del Cauca.

Desde octubre del año pasado el nombre de 'Don Diego', fue incluido por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en su lista de traficantes sujetos a sanciones económicas y figura en la lista del FBI como uno de los terroristas más buscados del mundo.

La Policía y la DEA intentaron infructuosamente conseguir colaboración para capturarlo con fines de extradición, lanzando afiches desde avionetas, en los que se ofrecían 1.000 millones de pesos por su cabeza.

Informantes que apetecían el jugoso botín les dieron pistas a las autoridades pero, como en los viejos tiempos de las grandes fugas de los capos, 'Don Diego' se les ha escapado varias veces.

La última vez fue en un espectacular operativo hace ocho meses cuando 30 hombres de la CIA, la DEA, el FBI y la Policía colombiana sobrevolaron en helicópteros el lago Calima, un embalse artificial a media hora de Buga, en el Valle, rodeado por casas campestres. La operación tenía que ser 'sorpresa' con tal mala suerte que los helicópteros se demoraron en llegar y dicen que 'Don Diego' tuvo todo el tiempo del mundo para planear su escape. Más aterrados quedaron aún los hombres de las agencias federales y de la Policía cuando se enteraron de que 'Don Diego' no estaba solo. Con él se encontraban Miguel Solano y Ever Villafañe, dos hombres reconocidos en el mundo de las drogas.

El buen negocio para todos

Según la investigación que realizó SEMANA es evidente el esfuerzo de la Policía, del Ejército y de la Armada por combatir al narcotráfico, pero también es cierto que el negocio de la droga continúa más rentable que nunca y cada día tiene más aliados.

Por algo Paul Collier, director del grupo de investigaciones del Banco Mundial, señala que "los narcotraficantes reciben 5.000 millones de dólares anuales del comercio de la droga que sale de Colombia". Y el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz reiteró en su reciente viaje a Colombia que "existe una doble moral de Estados Unidos sobre el negocio de las drogas y sobre los miles de millones de dólares que le ingresan a su torrente económico".

Pero a la par de la ilegalidad de la industria de la droga los narcos han invertido en tierras colombianas una buena parte del capital acumulado.

El más reciente informe del Incora revela que los narcos tienen tierras en 85 por ciento del Valle, en 71 por ciento de los municipios antioqueños, en 84 por ciento de Córdoba, en 75 por ciento del Quindío, en 70 por ciento de Cundinamarca, 60 por ciento en Risaralda y en 66 por ciento del Magdalena, La Guajira y Tolima.

El Valle del Cauca presenta el mayor incremento de ingresos de la droga en su economía, pero particularmente los narcotraficantes de esa región han comprado tierras en siete municipios del nororiente del Cauca y en Nariño para poder justificar sus ganancias, según dijo la última investigación de Fedesarrollo.

Por ahora la guerra contra las drogas se trasladó al sur del país. Mañana las autoridades enfilarán sus baterías hacia cualquier parte del territorio colombiano.

No hay comentarios: